Ya sé que estado un año (nah como
semana y media) sin pasarme por mi blog, pero tengo una buena razón. Estaba demasiado
estresada, y de flojera como para escribir algo cuerdo. Aun ahora lo sigo
estado, pero me gustaría compartir esto con aquello que leen –aunque sea por
error –este blog.
Hoy, 15 de febrero se celebra en
mi pueblito (Irapuato) la función de éste, y la maestra de historia nos dejó
hacer un contraste entre inicios del siglo XX y ahora, inicios del siglo XXI. Y
bueno, según mi concepción precoz (de una niña de prepa) este vendría siendo el
contraste.
Contraste entre México siglo XX y
México siglo XXI.
Diferencias:
De las diferencias más marcadas a
principios del siglo XX y ahora, principios del siglo XXI, es que el país, a
principios del siglo XX acababa de salir de una de sus épocas doradas, donde
tuvo un auge económico increíbles, cosa totalmente contraria a la actualidad. Ahora
en los inicios de este nuevo siglo se puede apreciar la decadencia económica,
no sólo en cuestión de empleos, sino en cómo manejan los gobernantes la economía,
llevando al país a duplicar los gastos cada sexenio.
Cuando el siglo XX apenas
empezaba, fue también el nacimiento y/o fortalecimiento de la clase media. Una clase
trabajadora que sustentaba la economía del país. Ahora por el contrario es su
decline. Los nuevos regímenes tratan de desaparecer la dejando únicamente dos
lados de la moneda.
En cuestiones ideológicas a
principio de siglo XX y desde finales del siglo XIX, se le dio mucha
importancia a la historia mexicana, a ensalzar los logros de la nación. Hoy en
día si bien se le da mucha importancia a eso, no es ni la mitad de lo que se le
daba. A principios del siglo XXI la educación está más orientada a que los
habitantes aprendan inglés.
En los inicios del siglo XX la
obra pública se hacía con la finalidad de ayudar a los pueblos, a darles una
mejor forma de vida. Hoy, siglo XXI la obra pública es tan deficiente que se
ven en la necesidad de remodelarla cada periodo, pues no queda bien, sido más
un perjuicio que un beneficio para la población (Las calles que abren cada dos
semanas, casi).
A finales del siglo XX (antes de
que surgiera la revolución) se podía ver en las calles ‘Orden, paz y progreso’.
Ahora no se ve ni orden, ni paz, ni progreso. Y para no decir más tenemos el
problema del narcotráfico.
Antes se decía que sólo los
nacidos en México, hijo y nietos de mexicanos, podían ser presidentes. Ahora tuvimos
a un presidente nacido de una madre española.
Semejanzas:
Semejanzas entre los inicios del
siglo XX y del siglo XXI son demasiadas, o tal vez demasiado pocas como para
pensar en todas ellas. Podríamos poner en primer lugar el descontento social
hacia el gobierno. Una cosa que no ha cambiado en los últimos cien años. Sea por
una cosa o por otra el pueblo no está satisfecho con su gobierno.
A principios del siglo XX se
hablaba de que se les pagaba mejor a los extranjeros que a los nacionales. Ahora
los nacionales ganan tan poco que tienen que ir al extranjero a buscar trabajo
para poder mantener a sus familias.
Las diferencias sociales entre los ‘ricos’ y
los ‘pobres’ estaban muy marcas, aun más por la indiferencia de los
gobernantes. Hoy las diferencias siguen estando muy marcadas, con la única diferencia
que ahora los gobernantes usan esta diferencias en sus campañas, dejándose ver
con personas ‘que no son como ellos’.
A inicios del siglo XX se le daba
mucha importancia a la inversión extranjera. Las grandes empresas sólo podían
ser extranjeras. Hoy en día, en México gran parte de las grandes empresas son
extranjeras. Las nacionales son medias y chicas emperezas.
La educación preparatoria se
aplicaba porque no todos tenían aptitudes
para la universidad. Hoy en día se han hecho más extensos los programas
preparatorianos para que con esos conocimientos la gente no tenga que ir a la
universidad y pueda ser buena mano de obra.
Dicen que vamos hacia el
progreso. ¿Enserio? No se abran equivocado y estamos andando en reversa.
Pensémoslo un poco.
Vasd. 15/02/12