miércoles, 18 de enero de 2012

El unicornio y el pájaro


Mm... Ando como medio cursi (siempre) así que ahora traigo una especie de cuento-poema cosa rara. 

El unicornio y el pájaro.

Ahí está otra vez, como cada año, correteando entre los arboles sin que puedas frenarlo. Del bosque, corretea entre la bruma, en un sendero imaginario que un día lo llevara a la luna, pero ahora sólo es un unicornio legendario que se desaparece entre la espesura de los arboles de verano.

Ves que se detienen en el claro, y comprendes que se ha cansado. Ahora se acuesta por sobre la yerba y te invita a sentarte a su lado mientras que la lluvia refresca el pelaje de ambos. Te dice que, como tú, le gustaría ser un pájaro y no quedarse anclado en este lugar cercano al claro, que le gustaría viajar a algún otro lado o por lo menos  tocar el cielo cercano. Por eso en esta época del año corretea buscando el camino plateado que lo lleve al cielo estrellado.

—Todo estará bien, mira el cielo azul —cantas mientras vuelas sobre su cabeza —. Yo quisiera ser un unicornio blanco, y hacer nacer flores por donde pasan mis cascos. Pero, somos diferentes,  amigo, como los colores del arcoíris, y somos así para crear en la tierra mil distintos matices.

Se te queda viendo, y te pierdes en esos ojos color heno, la lluvia se ha terminado y el sol se asoma por sobre las praderas, así que comienzas a cantar como todas las mañanas.

—En la Luna no se ve el arcoíris ¿cierto? —Pregunta y tú aleteas respondiendo —, en ese caso me quedare otro año aquí, sólo por ver el arcoíris y estar junto a ti.

Tal vez no le puedas, mucho, del cielo contar, aun así le contarás lo que le pueda interesa; mas tú sabes que lo más bello que en el cielo hay, lo ve junto a ti, en ese mismo lugar.

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